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¿Quieres ahorrar energía en verano?

¿Quieres ahorrar energía en verano?

Hoy os compartimos una noticia de www.rastreator.com sobre cómo ahorrar energía en verano, no os las perdáis:

Millones de turistas acreditan que España es un paraíso para los que buscan luz y calor. Pero el “buen tiempo” puede llegar a resultar un poco agobiante. En algunos puntos de la península las temperaturas superan los 40 grados con frecuencia y el aire acondicionado puede llegar a ser imprescindible.

Sin embargo del aire acondicionado se abusa demasiado. No es extraño que la temperatura en el interior de algunos edificios sea más baja que en pleno invierno y en las oficinas muchos no tienen más remedio que utilizar una chaqueta en pleno agosto.

En casa la situación a veces es similar, o al menos lo es hasta que llega la primera factura de la luz. Y es que el consumo de un aire acondicionado todo el día funcionando en “modo polar” puede hacer que el importe del recibo se dispare.

Para evitar sustos en la factura lo mejor es minimizar en la medida de lo posible el consumo de aire acondicionado, ayudando a mantener la temperatura de la casa (y la nuestra) lo más baja posible sin necesidad de ponerlo a máxima potencia.

  1. Controla la temperatura

    Evidente, pero no por ello menos importante. Poner el aire acondicionado a 19 grados no va a hacer que estés más a gusto en casa, ni tampoco necesariamente a que la vivienda se enfríe más deprisa. Para estar con jersey y bufanda en casa ya hay meses de invierno.

    Según el Real Decreto 1826, del año 2009, los edificios oficiales deben poner el aire acondicionado como máximo a 26 grados, a la vez que establece los 21 grados la máxima a la que se puede establecer la calefacción en invierno. Y es que entre los 21 los 26 se sitúa lo que se conoce como zona de confort higrotérmico, el abanico de temperaturas en el que no se suele sentir ninguna incomodidad térmica.

    Cada grado de menos que programes al aire acondicionado puede llevar aparejado un aumento del consumo del 8%, por lo que éste punto es especialmente importante. Programar el aire acondicionado a 21 grados en lugar de a 26 puede implicar un cambio dramático en la factura eléctrica.

  2. Cierra las ventanas al calor

    No hay nada más estable térmicamente que una cueva. En las horas centrales del día lo mejor es aislar la casa lo más posible del exterior, para evitar que el calor abrasador penetre en el hogar. Las ventanas, contraventanas, persianas o cortinas pueden impedir que el sol entre en casa y mantener una temperatura fresca.

  3. Ventilar en las horas más frescas

    Una casa cerrada todo el día puede llegar a crear un ambiente un poco enrarecido. Para evitar malos olores es fundamental ventilar la vivienda todos los días. En verano lo mejor es aprovechar las horas más frescas para llevar a cabo esta labor.

    Generalmente el momento más adecuado son las horas del amanecer, en el que las temperaturas son bajas y la humedad relativa algo más elevada. En este momento se pueden abrir todas las ventanas y conseguir corrientes de aire que ventilen el domicilio.

  4. Evitar los emisores de calor

    Y no hablamos de apagar los radiadores, evidentemente, sino de otros elementos que calientan innecesariamente la casa cuando estamos buscando el efecto contrario. Televisiones, ordenadores, planchas y otros aparatos eléctricos pueden calentarse mucho durante su uso, contribuyendo a que la habitación también eleve su temperatura.

    Por esto, lo mejor es apagar todos estos aparatos o utilizarlos lo menos posible. Además, es importante fijarse si algunos de ellos, como la televisión, están realmente apagados o solo en ‘standby’, modo en el que siguen consumiendo energía y emitiendo calor.

  5. Mantenerte tú fresco

    A veces el problema no es el calor que hace en casa, sino el que tienes tú. Bajar tu propia temperatura corporal puede ser más sencillo y barato que hacer lo propio con la de la habitación a golpe de aire acondicionado.

    Zumos, agua y otras bebidas frías te pueden ayudar a mantener la temperatura más baja sin necesidad de gastar en energía y de una manera más natural que con los climatizadores.

  6. Elige la tarifa eléctrica que más te conviene

    Si te llega una abultada factura de electricidad puede ser que hayas gastado mucho o que estés pagando muy cara la electricidad. Desde la liberalización del mercado eléctrico los usuarios pueden elegir entre varias compañías comercializadoras de energía con distintas tarifas.

     

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